lunes, 28 de enero de 2013

Seis trucos para cumplir con tus propósitos


ingles

¿Deseo u obligación?

En el saco de los propósitos metemos muchos temas de distinta naturaleza: deseos no aceptados, retos no conseguidos, imposiciones sociales o familiares, creencias sobre lo que nos conviene… A menudo vamos arrastrándolos de año en año y acumulamos frustraciones y falta de confianza en nosotros mismos; así que, lentamente, dejamos de atrevernos a emprender nuevos retos.
Es difícil conseguir un propósito cuando se convierte en una obligación… y más fácil y motivador si se trata de un deseo, si sabemos ver los beneficios que el esfuerzo nos va a conllevar, especialmente cuando conectan con nuestra manera de ser y vivir.

Este año, ¡sí!

Si haciendo lo que siempre, te cuesta cumplir tus metas, ¿por qué no cambias tu enfoque? Te proponemos algunos trucos para conseguirlo de un modo más pausado:
Los compromisos empiezan cualquier día del año
Pasó un mes del nuevo año y aun no empezaste a ir al gimnasio, así que como ya no cumpliste… ¡abandonas tu propósito! Cualquier día es bueno para empezar, ¿por qué no hoy mismo? Si no encuentras el momento estaría bien preguntarte que te impide hacerlo: ¿pereza? ¿miedo? ¿desinterés? ¿rebeldía?
Cambia el “debo” por el “quiero”
Es difícil conseguir un propósito cuando se convierte en una obligación y más fácil y motivador si se trata de un deseo, si sabemos ver los beneficios que el esfuerzo nos va a conllevar.
¿Te gusta el cine? Aprender un idioma para disfrutar las películas en su versión original es mucho más divertido que poner el foco en la presión profesional del aprendizaje. Con cada fotograma que comprendas, más ganas tendrás de seguir avanzando ¡y de paso lo podrás usar en la oficina!.
Plantéate retos concretos, alcanzables y que dependan de ti
“Este año haré más ejercicio”.. ¿Qué quieres decir con “más ejercicio”? ¿Ir caminando al trabajo? ¿Practicar el senderismo los domingos? ¿Acudir a un centro deportivo tres veces a la semana?
Sin definición no puedes plantearte cómo conseguir tu propósito ni saber si lo has cumplido. Al concretar sabrás si es realista y, en caso contrario, podrás redefinirlo para que sea alcanzable. Alcanzable no quiere decir “fácil”… quiere decir “posible” si haces todo lo que está en tu mano para que así sea.
Renueva tu compromiso frecuentemente
Ponte plazos razonables y manejables que te permitan ir saboreando los triunfos y aumentar la confianza en ti mismo, especialmente en los propósitos de largo plazo y los que implican un cambio en tus hábitos. Redactalos de manera positiva; 
Por ejemplo, si decides cambiar tus hábitos alimentarios para bajar de peso, repite cada día “hoy voy a cuidarme comiendo saludablemente”; si no lo consigues completamente, acepta que se trata de un aprendizaje y renueva tu compromiso al día siguiente. Cada día que comas saludablemente habrás conseguido tu propósito; no importa lo que tardes en integrar y automatizar tu nuevo hábito, si eres constante en tu esfuerzo lo lograrás.
Plantéate los cambios de uno en uno
Para este año te planteas ir a correr por las mañanas, quedar más a menudo con tus amigos y empezar una dieta vegetariana… Empezar el año planteándose varios retos es una casi garantía de no terminar ninguno.
En tu lista de propósitos seguro que también hay prioridades: asígnalas y empieza por las más importantes para ti. Puedes ir incorporando el resto a lo largo del año… incluso del año siguiente. Si te proyectas demasiado en el futuro dejas de actuar en el presente. Disfruta de lo que consigas hoy.
Comprométete
El compromiso contigo mismo es igual de importante que el que adquieres con los demás. Dejar de cumplir tus propósitos para atender las necesidades de otro no te va a ayudar a conseguir aquello que es importante para ti.
Establecer límites en tu espacio personal es importante para tu salud emocional; reserva el tiempo necesario para llevar a cabo tus propósitos, te sentirás mejor contigo mismo y con los demás.
¡ Si quieres, puedes !
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